APÉNDICE.
EL CAMINO DE LAS ALMAS
Principios Espirituales.
1.
El alma no puede definirse o medirse a causa de que no se
perciben límites sobre su creación divina. Lo que se puede decir de la esencia
del alma es que representa energía inteligente que es inmortal, y que se
manifiesta mediante ondas vibratorias específicas de luz y color.
2.
Todo ser humano tiene un alma unida al cuerpo físico elegido,
hasta su muerte. Las almas toman parte en la selección de sus próximos cuerpos
físicos durante ciclos de reencarnación. El alma típica se une a su cuerpo tras
la concepción del mismo, en el período que va entre el cuarto mes y el
nacimiento.
3.
Toda alma tiene un carácter inmortal único. Cuando se une con
un cerebro humano, el carácter de su ego se funde con el temperamento emocional
del cuerpo humano, o ego humano, para producir una única, y temporal
personalidad durante toda la vida de ese cuerpo. Esto es lo que significa la
dualidad de nuestra mente.
4.
Mientras los recuerdos del alma pueden estar ocultos al nivel
consciente, por causa de la amnesia, los patrones de pensamiento del alma
influyen al cerebro humano para inducir las motivaciones de ciertas acciones.
5.
Las almas se reencarnan en los seres humanos durante
incontables períodos de vida para avanzar, a través de niveles de desarrollo,
conducidas por tareas kármicas provenientes de períodos de vida anteriores.
Cada una de las personalidades de cada vida contribuyen a la evolución del
alma. El alma crece en conocimiento y sabiduría a través de este proceso de
aprendizaje, mientras medita sobre los pensamientos y acciones de vidas
pasadas, bajo la dirección de sus maestros espirituales entre vidas.
6.
Nuestro planeta es uno más, del incalculable número de mundos
que sirven como escuelas de entrenamiento para el avance de las almas. Durante
las encarnaciones físicas temporales en la Tierra, se les da a las almas la
oportunidad de avanzar en sabiduría a través del sistema de prueba y error. Los
seres humanos no están obligados a una existencia predeterminada. Las influencias kármicas proporcionan
variedad de probabilidades y posibilidades y los contratos previos de las almas
están sujetos al libre albedrío de ésta.
7.
La Tierra es un lugar de gran belleza y alegría, pero también
alberga ignorancia, odio y sufrimiento, productos humanos, además de los
desastres naturales planetarios sobre los que tenemos poco control. El
hacer frente a estos elementos positivos y negativos de la Tierra está previsto
desde su origen. Este planeta es un campo de pruebas para las almas, y no
un lugar de influencia maligna o demoníaca que venga de fuera de nuestro
mundo. La maldad espiritual no existe dentro del orden divino de amor y
compasión que comprende nuestros orígenes espirituales.
8.
La iluminación personal emana del interior de cada uno de
nosotros y dota a los humanos de la capacidad de alcanzar nuestro propio poder
divino, sin intermediarios.
9.
En el momento de la muerte física, el alma retorna al mundo
del espíritu y a la fuente de su creación. Puesto que una porción de la energía
del alma nunca deja el mundo espiritual durante la reencarnación, el alma que
retorna se reúne o unifica, con la esencia de sí misma De esta forma, nunca
cesa el aprendizaje del alma. El mundo del espíritu también brinda a las almas
la oportunidad de descansar y reflexionar entre sus períodos de vidas físicas.
10. El alma parece formar parte
de grupos de almas específicos a los que es asignada desde su creación. Los
profesores de cada grupo son los espíritus guías personales de los miembros del
grupo. Los compañeros espirituales del grupo reencarnan con el alma y asumen
papeles significativos en el drama de la vida del alma en la Tierra.
11. Más que lugar de
contemplación y falta de acción, o de nirvana, el mundo espiritual parece ser
un lugar de transición para las almas, las cuales evolucionan a formas de
energía más elevada, con capacidades para la creación de objetos animados e
inanimados. La propia energía del alma es creación de una fuente superior. El
mundo espiritual tiene un área de influencia indefinible, excepto en lo que se
refiere a que parece contener nuestro universo y dimensiones próximas.
12. En el mundo espiritual no
ven deidades religiosas terrestres las almas que retornan. La conexión más
próxima, a un poder divino que experimentan las almas es la que tienen con su guía
personal y miembros de su consejo, seres benevolentes que supervisan los
asuntos e intereses de cada alma. Las almas de la Tierra sienten la presencia
de una Superalma al modo de Dios, o Fuente, que emana por encima de los seres
sabios que conforman los consejos individuales.
13. El mundo espiritual parece
estar dirigido por almas altamente avanzadas y especializadas, que no se
encarnan, quienes regulas el trabajo de las almas que cuidan. Cuando las almas
que se encarnan desarrollan niveles más altos de sabiduría y trabajo, cesan en
la encarnación y pasan a formar parte, o toman un lugar entre esos
especialistas, y ayudarán a las almas que aún se encarnan. Aparentemente, la
especialización de las almas se orquesta de acuerdo a sus motivaciones,
talentos y actuaciones.
14. El fin último, la meta final
de todas las almas, parece ser el deseo de buscar, y encontrar, la perfección
y, finalmente, fundirse con la Fuente que las creó.
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